Mapfre se convierte en Verti para conquistar a los millennials

Da igual de qué área económica hablemos, la obsesión de todas las empresas pasa por conquistar a esa generación nacida entre 1985 y 1999, y que es conocida como millennials o generación Y. Y con toda la lógica del mundo, hablamos de un grupo que ya supone el 30% de la población mundial y que cada vez irá teniendo más fuerza en el consumo. Además, se trata de la primera generación nacida en la época digital. Esto implica que las empresas se encuentran ante un cliente diferente que no tiene nada que ver con lo conocido hasta ahora.

Los millennials son digitales, no son fieles a las marcas, se fían de lo que digan las redes sociales. A ellos no se les puede captar a través del marketing tradicional. Tampoco se les puede engañar, ya que tardan 0,0 segundos en entrar en Google y comprobar si lo que dice la empresa es cierto. Además, quieren que las compañías sirvan para algo más que para ganar dinero. Es decir: pretenden que una marca tenga políticas de responsabilidad social corporativa creíbles.

El escaso interés por poseer y acumular pertenencias origina que existan sectores que la generación Y considera anticuados. Algo así como que no van con ellos. Hablamos del inmobiliario, de los bancos y.. de los seguros. Las aseguradoras son vistas por este grupo de la sociedad como mastodontes a los que hay que mantener alejados.

Como se puede ver, el reto que tiene el sector asegurador por delante es de los gordos. La misión de convertir en cliente a alguien que no quiere serlo no parece sencilla. Por eso, todas las firmas del ramo están dando pasos para acercarse a los millennials. Y Mapfre no podía quedarse atrás. ¿Cuál es la estrategia de la firma española que en 2015 ingreso 26.700 millones de euros, de los que 709 fueron contados como beneficios? “Ofrecer y darle al cliente el poder de gestión con la compañía. Hasta ahora se ofrecían las mismas pólizas a todo el mundo. Eso se va a terminar, Tenemos que aprovechar el big data para ser capaces de acercarnos a los consumidores y ofrecerles productos personalizados. Ya no se puede dar el mismo seguro a todo el mundo”, asegura Antonio Huertas, presidente de Mapfre.

Así de primeras, la estrategia suena bien. Los millennials son consumidores exigentes y obligan a las empresas a adaptarse a ellos si quieren seguir contando con sus pólizas. Otra acción que va a llevar a cabo la empresa será la de bajar los precios. “La digitalización nos ayudará a reducir los procesos y a ser más eficientes. Habrá una transformación y simplificación en la operativa, lo que nos llevará a poder ofrecer seguros más competitivos”, recalca Huertas.

Pero que nadie se engañe, a Mapfre no le han entrado las prisas de repente por ponerse guapa para las nuevas generaciones. Muy al contrario, esta firma lleva tiempo tratando de transformarse y de acercarse al mundo digital. El mejor ejemplo lo tenemos enVerti, que es la marca de la corporación que vende productos solo a través del canal online. Después de cinco años de vida, la filial todavía no es rentable. Pero eso es algo que no preocupa para nada a la cúpula de Mapfre. “Verti ha aportado a la empresa un know how impresionante del mundo digital. Eso tiene un valor incalculable para nosotros”, afirma el presidente que cree firmemente que el futuro pasa por una transformación absoluta en la casa. Buena prueba de ello fue la compra de Direct Line. Una firma similar a Verti y que servirá para llevar la marca a Alemania e Italia.

Resulta evidente que los próximos años serán vitales para Mapfre. Eso sí, hay una pregunta en el aire que nadie todavía se atreve a responder. Si Mapfre se transforma en una aseguradora digital moderna capaz de atrapar a los nuevos consumidores, ¿qué pasará con su inmensa red de oficinas? Éstas han sido, hasta ahora, uno de los factores diferenciadores de la compañía. ¿Seguirán siendo igual de útiles en el futuro?

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