Las aseguradoras se resienten de las caídas de los tipos de interés

Los márgenes de las compañías están cayendo con fuerza y para asegurar la rentabilidad estas entidades, compradoras tradicionales de deuda gubernamental están dando paso en sus carteras a los activos de riesgo como bonos hig yield, deuda híbrida y sector inmobiliario. EE UU y Europa son los mercados más vulnerables, según el FMI. Las aseguradoras españolas parecen gozar de mejor salud. Mapfre ha despertado del letargo y se revaloriza por encima del 14% en una semana.

El sector asegurador deja atrás el segundo plano en el que se había mantenido durante la crisis y comienza a dar muestras claras de que no es inmune a los problemas que afectan al sistema financiero. El escenario de tipos bajos desencadenado por las políticas acomodaticias de los Bancos Centrales, así como su sensibilidad a los movimientos de los tipos de interés y las limitaciones normativas a la hora de seleccionar los activos de inversión, hasta ahora estaban focalizados en la renta fija, han puesto de manifiesto el entorno poco propicio al que se enfrentan estas empresas en la actualidad.

Los márgenes de las compañías están cayendo de forma significativa y las gestoras prefieren mantener estos valores fuera de sus carteras. Los expertos consultados consideran que el actual contexto de tipos bajos no está en consonancia con la estrategia de inversión en renta fija que históricamente ha tenido el sector asegurador, de forma que si quieren obtener mayores rentabilidades se ven obligadas a asumir más riesgo, y con menor liquidez. Tampoco la legislación europea se lo ha puesto fácil a través de los cambios normativos europeos de Solvencia II y se han visto obligados a reestructurar sus carteras de manera importante.

El lastre de los tipos bajos

La situación de las aseguradoras es comparable a la que tienen los bancos, pero en este caso, los problemas se derivan de una estructura de tipos anormalmente reducida y con rentabilidades francamente bajas, según los gestores consultados. “Asegurar las rentabilidades es más complicado cada día con unos rendimientos tan bajos”, dicen. Y una de las consecuencias es un cambio del concepto tradicional del negocio. Las apuestas por la deuda corporativa high yield, la deuda híbrida financiera o subordinada, así como el sector inmobiliario están cada vez más presentes en sus carteras, aseguran.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) también se ha hecho eco de estos cambios y ha alertado de la concentración de riesgo que acumula el sector en el mercado global y la posibilidad de riesgo sistémico.

En el Viejo Continente, las compañías del norte de Europa tienen el contexto más complicado, dicen los expertos. Las curvas de referencia tradicionalmente han sido más activas en compra de deuda doméstica. Y, en este sentido las curvas de todo el norte de Europa están en términos de rentabilidad mucho más bajos de lo que podríamos tener, incluso en España, en deuda periférica, señalan. También han incurrido en unas necesidades y unas exigencias, y rentabilidad garantizadas más elevadas y el descuadre que existe es mayor, dicen.

Por el contrario las aseguradoras españolas parecen gozar de mejor salud, según las previsiones de los gestores. “Los tipos bajos no ayudan pero, aún así, creemos que en España la estructura de las dos compañías cotizadas, Mapfre y Catalana Occidente es suficientemente sólida para aguantar la situación actual”, señala Álvaro Blasco, socio director de atlCapital Gestion de Patrimonios. En su opinión, el sector español va a seguir cumpliendo bien.  “En el mundo desarrollado cada vez en más habitual que las familias, y otros usuarios tengan toda clase de seguros. Y en el mundo menos desarrollado se está relanzando esta actividad de forma muy significativa. Los países emergentes son el salvavidas para algunas compañías como Mapfre que está en países que todavía aplican márgenes muy muy amplios.

En una semana Mapfre se ha revalorizado más de un 17% situándose entre los mejores valores del Ibex 35, tras unas caídas interanuales del entorno del 40%. La mejora de las perspectivas de JPMorgan desde infraponderar a sobre ponderar ha sido el aldabonazo definitivo para reactivar el valor en Bolsa. El banco de inversión estadounidense ve atractiva su valoración así como la mejora de los márgenes de negocio en España y EE.UU. y estima un precio objetivo de 2,50 euros con un potencial de revalorización superior al 14%. Según las estimaciones de JPMorgan, Mapfre cotiza en 7x 2016 y 6x P / E en 2017. Uno de los atractivos de Mapfre, según los analistas de la entidad, es el seguro de “no vida”, considerado muy rentable en sus tres mercados principales, España, Brasil y Massachusetts, su base local en los EE UU.

Mapfre es también una de las apuestas de atlCapital Gestion de Patrimonios con un peso del 1,12% en la cartera. “Creemos que el castigo que han tenido ha sido muy importante y entramos en un buen momento y que tenemos una posibilidad de ganar dinero. Entramos con la cotización a 1,98 euros y creemos que, a esos precios, tienen todos los desastres, más o menos, descontados”.

Diversificar riesgos

También GVC Gaesco Valores hace una excepción dentro del sector financiero con la aseguradora española. “Dentro del sector hay compañías que lo están haciendo bien, están diversificando sus riesgos lo más posible y eso es importante”, dice Carme Hortalà, directora general de GVC Gaesco Valores. “Existen compañías con riesgos muy concentrados y en esas no nos vemos confortables. No estamos invirtiendo en las reaseguradoras porque en muchos casos se llevan la mayor parte del riego”, señala.

Con un perfil más bajo, Catalana Occidente es una compañía bien valorada en el mercado pero, puestos a elegir, los gestores la sitúan en un segundo plano. Su menor capitalización bursátil sigue penalizando al valor frente a las grandes firmas en los que ven mayor potencial.

Según JPMorgan el valor tiene potencial si bien, a corto plazo, ve poco probable que las ganancias estén por encima de sus pronósticos. Sus analistas estiman un precio objetivo de 32 euros y su recomendación es neutral.

Lazard Frères Gestion ve en el sector financiero europeo grandes oportunidades de inversión. El banco francés apuesta por la deuda híbrida financiera y amplía su gama de fondos de renta fija con el registro del fondo Objectif Capital Fi en España. Según estos gestores, permite beneficiarse de un rendimiento elevado en un entorno de tasas en mínimos. La apuesta de Lazard Frères se centra en el sector financiero europeo con una diversificación entre bancos y compañías de seguros. La cartera da prioridad a la deuda Tier1 y cuenta con emisiones de Santander y BBVA.

Según los responsables de la gestora francesa, aunque la deuda financiera no está exenta de riesgo en el nuevo entorno de «rescate», los rendimientos y los diferenciales están compensando esos riesgos. François Lavier, gestor-analista especialista en deuda financiera, asegura que «en un contexto caracterizado por tipos de interés muy bajos, el sector financiero ofrece oportunidades como fundamentales sólidos mejorando bajo el impulso de la nueva regulación, valoraciones atractivas y una oferta razonable en un mercado que ya es consecuente y desarrollado”.

El FMI alerta de riesgo sistémico

n El FMI ha pedido a los reguladores y supervisores una mayor atención al comportamiento del sector asegurador como una parte más del sector financiero para garantizar la solvencia de las compañías.

La concentración de riesgos es uno de los problemas que se están detectando en el sector, según el Informe Global de Estabilidad Financiera de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI). “Los riesgos son mayores en un entorno de tipos bajos”, advierte este organismo.

“Cuanto más bajos son los tipos más vulnerables se vuelven las aseguradoras a los cambios de estos tipos”, ha señalado.

EE UU y Europa son los mercados más vulnerables, según el informe.

Desde la gran crisis financiera, las compañías de seguros acumulan en el mundo una bolsa de inversión de 24 millones de dólares en activos, unos 21 millones de dólares y valores a largo plazo. Según el FMI, en el caso de producirse un nuevo shock, como el desplome del valor de activos, estas firmas difícilmente podrán cumplir su tradicional papel de canalizar ahorros a los ahorradores en momento en los que otros grupos financieros no son capaces de lograrlo.

Por otra parte, los shocks de liquidez durante los periodos de tensiones financieras podrían platear riesgos sistémicos”, advierten. “Y cuanto más fragmentada esté la red de seguridad financiera global más difícil será apoyar a países en momentos de crisis.

También ha advertido de la necesidad de una mayor coordinación entre países.

“Más que «demasiado grandes para caer,» el riesgo que entrañan estas firmas es que son «demasiadas para caer», dicen.

Fuente: invertia.com