Mutua Madrileña: punto, set y partido

«Punto, set y partido». Con esta expresión tenística podríamos definir perfectamente la estrategia de patrocinio deportivo de Mutua Madrileña, todo un proyecto ganador. Bien es cierto que el vínculo de la aseguradora con el deporte viene de tiempo atrás, cuando en 2005 decidió apostar por una atrevida incursión en el mundo del motor, en la Fórmula 1 y de la mano de Fernando Alonso. A partir de aquí, la vela, el baloncesto y, sobre todo, el tenis han sido sus grandes puntales de inversión.

Y la apuesta, aunque a toro pasado pueda parecer un valor seguro, fue arriesgada. Fernando Alonso aún no había sido campeón del mundo. Había pasado de Minardi a Renault, y los resultados venían in crescendo pero nadie podía imaginar lo que sucedería muy poco tiempo después. Mutua supo hacer lo que todos deseamos en nuestras vidas: estar en el momento justo y en el lugar adecuado. La asociación entre aseguradora, escudería francesa y piloto asturiano resultó todo un éxito desde el inicio. Lo que comúnmente se dice llegar y besar el santo.

En ésta su primera temporada de idilio, Mutua Madrileña comprobaba como cada lunes posterior a un Gran Premio el número de pólizas suscritas incrementaba considerablemente. Los resultados marcaban de manera evidente que la estrategia era la adecuada. Y más aún cuando tras la primera victoria de Alonso esa temporada, en el GP de Francia, se registró el récord anual de seguros contratados, con 1.525 nuevas pólizas en un solo día. Pero eso no era todo, quedaba lo mejor, y es que tras eso llegaron dos títulos mundiales. Un hito histórico para el deporte español y un auténtico pelotazo de imagen y prestigio para las marcas que acompañaban al nuevo ídolo.

El éxito en términos de notoriedad, retención de marca y retornos publicitarios fueron tales que la compañía no pudo hacer otra cosa que seguir los pasos de Fernando y acompañarle en su cambio de aires rumbo a McLaren. Entonces, las partes firmaron un acuerdo de dos temporadas a razón de 10 millones de euros. A pesar de que el asturiano no pudo conquistar un nuevo Mundial, el rendimiento a nivel patrocinio no se resintió en absoluto. Así puso la aseguradora el punto y final a su vinculación con el Gran Circo, tras cinco años donde se alcanzaron todos los objetivos de notoriedad que perseguían.

Vela y baloncesto

Otro de los escenarios donde Mutua se ha mojado ha sido en la vela. Valencia había sido designada como sede de la Copa América para 2007 y la compañía de Ignacio Garralda decidió probar en este mundo tan asociado a éxitos españoles en Juegos Olímpicos. La aseguradora patrocinó a uno de los equipos que participaron en la Copa del Rey en 2005 y los retornos volvieron a ser positivos. Al año siguiente, el Mutua Madrileña Transpac 52 tomó la salida en la Breitling MedCup, una de las regatas más prestigiosas del mundo donde la embarcación patrocinada por la aseguradora consiguió ser primera. La última experiencia de la Mutua en alta mar fue en la Barcelona World Race de 2007.

Lo del baloncesto fue mucho más notorio y trascedente. Las circunstancias en las que la entidad madrileña saltó al parqué fueron las del más difícil todavía. Corría el año 2007 y en ese momento la selección española había convocado a Jorge Garbajosa para disputar el Eurobasket. Aquí surgiría el problema y el hueco que encontró Mutua para colarse en el mundo de la canasta. El pívot español no podía participar en el torneo ya que se lo impedía su franquicia NBA, los Toronto Raptors, quienes exigían una póliza de seguros que cubriese el salario del jugador en caso de lesión debido a ciertos antecedentes.

Por entonces, Garba cobraba 4,5 millones de euros por temporada. ¿Qué hizo Mutua? Lanzar un órdago: suscribir una póliza de hasta 6 millones de euros. La rueda de prensa anunciando la participación del pívot de Torrejón de Ardoz en aquel Eurobasket fue una de las mejores acciones de marketing que se recuerdan en nuestro país. La resolución a todo esto la conocemos, Jorge Garbajosa fue pieza fundamental, no tuvo ni el más mínimo problema físico y se proclamó subcampeón continental. Podría haber sido oro, sí, pero aquél balón de Pau Gasol lo escupió el aro con muy mala leche.

Después de esto, Mutua Madrileña ha estado vinculada a la Federación Española de Baloncesto hasta el pasado Mundial de 2014. Sin duda, una etapa llena de éxitos junto a la mejor generación de la historia de nuestro baloncesto.

El culmen de la obra

Y si todo esto ha sido excepcional, faltaba la guinda al pastel. Aunque pudiera parecer mentira, se podía hacer más y mejor. En éstas llegó el evento deportivo que más impacto publicitario le ha proporcionado a la empresa: el Mutua Madrid Open de tenis, del cual se convirtió en patrocinador principal en 2006 y que sigue manteniendo en la actualidad. Roger Federer y Rafa Nadal, bajo el logotipo de la entidad aseguradora, han sido un escaparate a nivel nacional e internacional incomparable.

Mutua Madrid Open se ha convertido en el tercer torneo más importante del circuito europeo de la ATP, sólo por detrás de Roland Garros y Wimbledon. El torneo de la capital de España entrega premios por encima de los 3,5 millones de euros. Así, no es difícil asegurar que Mutua Madrileña es una de las compañías que mejor ha sabido aprovechar el patrocinio deportivo como herramienta de promoción. Y los datos, como el algodón, no engañan: han pasado de tener 2 millones de pólizas a superar los 8 millones. Casi nada.

Fuente: eleconomista.es