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Poder de compra del salario de los venezolanos cayó 46% en 2015

El aumento de 97% del salario mínimo no ha compensado la espiral de inflación, afirmaron expertos

La caída del poder de compra del salario real de los venezolanos registró un promedio de 46% en 2015. A pesar de que el Ejecutivo decretó un aumento del sueldo mínimo de 97% durante el año, la consecuencia de la alta inflación fue el deterioro de la calidad de vida de los ciudadanos, señaló la economista Tamara Herrera.

Aseguró que si bien el Banco Centra de Venezuela no ha publicado los datos oficiales sobre la caída del consumo, se calcula que hubo un descenso de 5,4% en el año. “Es una cifra sumamente alta y que constituye una variable crucial desde el punto de vista político y de lo que se ha dejado de hacer”.

En 2014, agregó, el consumo cayó 3% y la perspectiva para 2016 es que se deteriore aún más y llegue a 6%: “Hay una pérdida del poder adquisitivo del ingreso y eso hace que el consumo descienda porque la gente se ve obligada a jerarquizar lo que compra y deja de adquirir lo que no es indispensable. La prioridad de las familias es la canasta alimentaria”.

El último informe del Centro de Documentación de la Federación Venezolana de Maestros muestra que una familia de 5 integrantes necesitó 69.868,08 bolívares para cubrir el costo de la canasta alimentaria de octubre. Al respecto, Herrera señaló que este año el número de salarios mínimos requeridos para comprar la cesta alimentaria pasó de 3,5 salarios mínimos en diciembre de 2014 a 9,6 salarios mínimos a octubre de 2015.

Asimismo, según el Cendas la canasta básica familiar se situó en 110.116,47 bolívares en octubre pasado. “Para poder adquirir esta cesta, en la que se incluyen los servicios básicos, se hicieron necesarios 13 salarios mínimos al cierre de noviembre de este año”, añadió Herrera. La cifra contrasta con los 6 salarios mínimos que se necesitaban para cubrir esta misma canasta hace exactamente un año.

Afecta a todas las familias. El economista Ronald Balza Guanipa destacó que la caída del poder adquisitivo la padecen todas las familias. “Hay una consecuencia en la distribución del ingreso”. Indicó que en los núcleos familiares donde hay más dependientes, como niños o personas mayores, el poder de compra se ve mucho más reducido.

En el caso de la clase media profesional se ha notado que este año fue particularmente fuerte porque se perdieron algunos subsidios que antes existían, como los dólares preferenciales que asignaba el Centro Nacional de Comercio Exterior (anteriormente Cadivi) a los tarjetahabientes de la banca privada, recordó.

“Esa era una fuente de ingreso legal que permitía viajar o acceder a bienes que no se podían comprar dentro del país, pero si a través del subsidio en dólares por Internet”, señaló Balza. “Por eso, el dinero que había para comprar un repuesto para el carro o calzado o cualquier otro bien ya no existe”.

Fuente: el-nacional.com

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