Tener contratada una póliza de seguro, poco poca cobertura que tenga, es obligado para cualquier vehículo a motor que circule por la vía pública en España. Esto es así para que cualquier involucrado en un accidente de tráfico puede verse recompensado en caso de un accidente, dependiendo, claro está, de lo que se ha contratado.
En la mayoría de las ocasiones, la empresas aseguradoras ganan la partida en cuanto a rentabilidad y si uno echa unos cálculos sencillos verá como ha pagado más de lo que ésta ha desembolsado por tí a lo largo de toda la vida del contrato. Sin embargo, más allá de cumplir con la legalidad, te pueden salvar de más de un problema en tu culpabilidad en un siniestro.
Por otro lado, hay quienes buscan con cualquier excusa cobrar indemnizaciones a costa de actos fraudulentos, fingiendo una avería u golpe o incluso alegando problemas físicos ante un accidente. Hace poco recordarás el juicio que se había llevado a cabo en el que el conductor de un Bugatti Veyron fue culpabilizado por haber provocado de forma intencionada un accidente. Las imágenes fueron grabadas y ha acabado en la cárcel.
El fraude en en el seguro del automóvil en España está en alza, ¿por qué?
Según el III Barómetro del Fraude, estudio desempeñado por la aseguradora Linea Directa, seis de cada cien siniestros que se producen en España esconden detrás un fraude con el objetivo de cobrar una cuantía por parte de su entidad aseguradora. Según la misma fuente, esto se traduce en nada más y nada menos que 1.190 millones de euros al año perdidos en actos ilegales.
En comparación con datos de años anteriores, sorprendentemente, se ha producido un crecimiento del porcentaje respecto al total de partes ofrecidos. De esta forma, se ha incrementado en torno a un 18% el número de casos fraudulentos de haberse aprovechado de la cobertura del seguro.
¿Cómo se reparte este delito? Mientras que el 94.5% de los fraudes pertenecen a daños relacionados con el vehículo, el 4.5% restante incluye a aquellos que han logrado una indemnización por daños físicos sin sufrirlos. Obviamente, tras un chequeo médico, no se ha podido esclarecer una falsedad por parte del paciente y se le ha otorgado la concesión del dinero. A su vez, para una entidad aseguradora es mucho más importante todo aquel que esté en el segundo grupo puesto que la media en indemnizaciones ascendía este año hasta los 17.400 euros de media por persona.
¿Cuál es el perfil de un estafador del seguro? Conductores situados en el intervalo entre 30 y 40 años, con estudios superiores y que además son autónomos. Dada la cantidad de empleados bajo este formato y que además se corresponden con este rango de edad, no es de extrañar que se haya aumentado el número de delitos relacionados con esta estafa. Por otro lado, la enfermedad alegada para hacerse con el dinero de la indemnización está relacionada con las cervicales, siendo el esguince la principal causa del cobro.
Fuente: frenomotor.com