LA ASEGURADORA DEJA DE INGRESAR CASI 2.000 MILLONES EN 4 AÑOS
Caser no encuentra el camino. La empresa ha perdido protagonismo dentro del sector de los seguros, especialmente por unas magistrales pérdidas económicas que han llevado a que su facturación global se desplomase en un 54 por ciento en tan solo cuatro años, al pasar de obtener un total de 3.201 millones de euros en 2011 a los 1.477 millones de euros alcanzados en el cierre de 2015.
A la compañía, participada por cajas de ahorros, le ha sentado mal la reordenación de las alianzas de bancaseguros, ya que a través de la consolidación financiera algunas de las cajas que la conforman han terminado integradas en grupos que tenían ya un socio asegurador de referencia. En este sentido, se han desmoronado internamente, al mismo tiempo que pierden una importante parte de sus canales de distribución, obligándoles a la búsqueda de soluciones innovadoras que, hasta ahora, no han sido capaces de hallar.
El desangre de Caser también se ha percibido en los ingresos por primas que pasaron de 1.442 millones de euros en 2014 a 1.289 millones de euros un año después, lo que se traduce en una caída del 10,6 por ciento. Además, en el ramo de vida, los ingresos de la compañía registraron una contracción del 25,56 por ciento, ya que pasaron de percibir un total de 460 millones en 2015 frente a los 618 del ejercicio previo.
Los efectos de la compañía podrían recaer sobre sus trabajadores, así como ocurrió en 2013, cuando Caser decidió compensar el impacto económico de sus cuentas aplicando un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afecto a más de 250 empleados de la aseguradora. Por ahora, la única solución anunciada es la implementación del Plan Estratégico 2015-2019, donde se busca consolidar un nuevo modelo de negocio, enfoque innovador hacia el cliente y uso tecnológico que, por lo visto, aún no termina de arrancar.
