Chile – Jefe de de Pensiones y Envejecimiento de la Población de la Ocde: «Con la actual tasa de cotización, no se sacrifica lo suficiente en sueldos»

A su juicio, una mejora en las pensiones implica que los trabajadores tengan un menor ingreso en la actualidad. El experto, Hervé Boulhol, propone vincular la edad de jubilación de hombres y mujeres con los aumentos en las expectativas de vida.

Si Chile quiere tener mejores pensiones, los trabajadores deben sacrificar sus sueldos actuales. Es el mensaje de Hervé Boulhol, jefe de la unidad de Pensiones y Envejecimiento de la Población de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), quien en esta entrevista con La Tercera abordó las propuestas realizadas por el gobierno.

A juicio del experto francés, los empleados deberían valorar el hecho de que obtener menores ingresos hoy, se traducirá en una mayor renta al momento de jubilar. Boulhol estima necesario homogeneizar la edad de jubilación de hombres y mujeres, y sugiere vincular la edad de retiro con las ganancias en la expectativa de vida.

¿Cuál es su evaluación del actual sistema de pensiones en Chile?

Depende del enfoque que uno tenga. Hay mucha heterogeneidad en los sistemas de pensiones de los países de la Ocde y los sistemas de pensiones tienen como propósito satisfacer varios objetivos que no siempre son completamente consistentes, por lo que no existe un sistema ideal. Depende de las prioridades y decisiones políticas que deberían reflejar las preferencias nacionales. En el caso de Chile, hay tres principales parámetros: retornos financieros, tasa de contribución y edad de jubilación. Estamos de acuerdo en que, en el contexto actual y a menos que los retornos financieros sean muy altos, las pensiones serán bajas, porque la tasa de contribución y la edad de jubilación son muy bajas.

¿Hay que subir la tasa de contribución, la edad de jubilación o ambas?

En el caso de Chile, hay dos cosas: la primera es que la tasa de contribución es baja. Es bastante claro que es muy baja, dadas las comparaciones internacionales, e incluso si fueran a subirla, probablemente, no será suficiente para pagar pensiones más altas. No hay ningún debate respecto de que la tasa de contribución probablemente debería ser aumentada.

¿Y la edad de jubilación?

Es un poco más complicado, porque está la edad oficial de retiro, pero también está la reacción de los individuos en el mercado laboral. Si tienes una baja edad de jubilación y la pensión será baja de todos modos, la gente tiene que trabajar por más tiempo. No hay un vínculo automático entre la edad de jubilación y la salida del mercado laboral.

La edad promedio de los hombres de la Ocde que se jubilaron en 2014 era de 64 años, mientras que en Chile era de 65. Si consideramos a alguien de 20 años que ingresó al mercado en 2014, en Chile se mantendrá en 65 años, pero dada la legislación que se ha aprobado, la edad promedio de la Ocde será de 65,5 años, por lo que habrá un alza de 1,5 años. Por lo tanto, la edad promedio de jubilación de los hombres en Chile estará levemente por debajo del promedio.

¿Y la situación de las mujeres?

Ése es el gran tema, porque no tenemos muchos países con diferencias entre hombres y mujeres en términos de edad de jubilación. Actualmente, hay 12 países con una brecha, pero dadas las legislaciones aprobadas, sólo tres países mantendrán esa diferencia: Chile (cinco años), Israel (se moverá de cinco años ahora a tres años en el futuro) y Suiza (un año).

El caso de Chile es más problemático, porque las aseguradoras usan tablas de mortalidad por género. Como se espera que las mujeres vivan en promedio más que los hombres, incluso si se jubilaran a la misma edad ellas obtendrían menores pensiones. Lo primero sería armonizar la edad de jubilación entre hombres y mujeres y, probablemente, comenzar a vincular la edad de jubilación con los aumentos en la expectativa de vida.

¿La nueva tasa de contribución de 15% propuesta por el gobierno es la adecuada o debería ser más alta?

Si todo lo demás se mantiene sin cambios, este aumento de 10% a 15% elevará las pensiones en 50%. Esto significará que la tasa de reemplazo para un hombre pasará desde 38% a 57%. Con esta cifra, todavía estará por debajo del promedio Ocde de 63%, pero más cerca. Si el objetivo es estar en línea con el promedio de la Ocde, entonces el 15% casi lo logra.

¿Y cómo queda frente a las otras tasas de contribución?

Es un poco más complejo, porque hay distintos umbrales. En algunos sistemas, las pensiones son financiadas a través de impuestos generales; en otros, son financiadas por contribuciones, pero estos aportes también financian otras cosas. Una tasa de 15% igual colocará a Chile por debajo de muchos países. En todo caso, es difícil pensar que las perspectivas de las pensiones pudiesen ser buenas con una tasa por debajo de 15%.

¿Cuál es el promedio Ocde de la tasa de contribución?

De los 34 países de la Ocde, hay 21 donde la tasa de contribución obligatoria financia sólo las pensiones. El rango va entre 6% y 33%, y Chile está en la parte baja. El promedio es 17,5%.

Según el gobierno, el aporte adicional debería ser con cargo al empleador. ¿Es una buena idea?

Desde el punto de vista económico, no es un debate súper importante. Si la contribución es del empleado o del empleador, no cambia el panorama en el mediano a largo plazo, ya que en ambos casos se afectaría el ingreso disponible que la gente tiene en sus bolsillos. Lo llamativo en el caso de Chile es que, al compararlo internacionalmente, la porción del empleador es muy baja o incluso nula. Esto es bastante inusual y supongo que una contribución mitad y mitad sería algo más cercano al promedio.

¿Cuál es el efecto a largo plazo?

Si tienes un mercado laboral completamente flexible, el efecto a largo plazo es que los salarios netos caen. Si el mercado laboral no es flexible, los salarios netos no caen completamente, pero pierdes mucho empleo.

Entonces, sin importar quién asuma el costo, habrá un efecto negativo para los trabajadores.

Por supuesto que habrá efectos negativos en el corto plazo, pero ellos obtendrán mayores pensiones. Hay un trade-off: hay que sacrificar salarios para obtener beneficios al jubilarse. La idea es que con la actual tasa de contribución, no se sacrifica lo suficiente en sueldos. Al hacer el balance entre el ingreso cuando uno trabaja y el ingreso cuando uno se retira, hoy este último ingreso es muy bajo. Desde esa perspectiva, los trabajadores actuales deberían apreciar el hecho de que tendrían que tener menores ingresos hoy, para obtener un mayor ingreso cuando se jubilen.

El gobierno afirmó que estos 5 puntos adicionales irían a un fondo solidario, pero algunos han dicho que parte debería ir a las cuentas individuales. ¿Cuál es su opinión?

No podemos tomar una posición sobre esto, porque es una decisión política. Los sistemas de pensiones tienen varios objetivos: ofrecer buenas tasas de reemplazo, buenas pensiones para todos, que nadie se convierta en pobre a medida que envejece. Un tercero sería redistribuir los beneficios cuando la gente envejece para disminuir la desigualdad. Esos objetivos son una decisión política.

Lo único que podemos decir es que, si bien en Chile hay una red de seguridad, la cantidad de redistribución en el sistema de pensiones es relativamente baja comparado con otros países. Sin embargo, no podemos decir que, desde un punto de vista normativo, recomendamos que sea mayor. Depende de si uno ve las pensiones como un ahorro privado personal o como un impuesto para ayudar a las personas que están en una situación de desventaja cuando envejecen. Dado el diseño del sistema de pensiones en Chile, hay una redistribución limitada. Si pasas a un fondo solidario, entonces optarían por aumentar la redistribución.

El Congreso discute una ley para crear una AFP estatal. ¿Generará más competencia en el mercado?

Hay países donde la cobertura es insuficiente y a veces hay iniciativas del gobierno y de los estados para, al menos, generar incentivos entre las aseguradoras privadas. California, por ejemplo, está planeando inscribir automáticamente en un fondo estatal a la gente que no está cubierta. También está el NEST en Reino Unido, un fondo de default creado por el gobierno, pero administrado de manera privada en el que la gente puede inscribirse si no tiene cobertura. El fondo tiene la obligación de aceptar a la gente, por lo que hay una obligación de servicio público, a pesar de ser administrado por privados. Que sea privado o público es secundario. Lo que se necesita es un respaldo para las personas que no están cubiertas y esto probablemente es un incentivo para las aseguradoras privadas. Para tratar de crear incentivos para mejorar la cobertura, a veces hay que recurrir a estos instrumentos.

Fuente: latercera.com