En general, aunque todavía es demasiado pronto para medir el alcance total de los daños y las pérdidas derivadas de este suceso, desde A. M. Best se espera que la actividad de siniestros aumente; sin embargo, no se espera que las pérdidas netas del reaseguro se traduzcan en una caída significativa de los resultados finales, ya que las retenciones de riesgo de catástrofes del sector se encuentran en niveles conservadores.
Adicionalmente, recuerda la agencia, el gobierno de México tiene en vigor un bono catastrófico de hasta 360 millones de dólares estadounidenses contra pérdidas por terremotos y ciclones tropicales, emitido en agosto de 2017, el cual pagaría al fondo mexicano para desastres naturales, FONDEN. Esos recursos podrían utilizarse para mitigar los efectos del terremoto en la infraestructura y la población de las zonas afectadas.
A. M. Best continuará evaluando el impacto de este suceso en el sistema y en el balance de sus aseguradores calificados.
(En la imagen, ayer, el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, visitando las zonas afectadas por el terremoto y apoyando a los damnificados en zonas afectadas por el sismo en Oaxaca)
Fuente: inese.es