A pesar de que la decisión del Gobierno de Puerto Rico de dejar de pagar ciertos bonos y emprender negociaciones para reestructurar su deuda se convirtió en la incómoda protagonista de la tercera edición de la Puerto Rico Investment Summit, empresarios radicados en el país no cesaron de elogiar los atributos de la isla.

La actividad, con la que se busca atraer inversión que ayude a Puerto Rico a superar la crisis apoyado en los importantes incentivos fiscales que aquí se ofrecen, contó con empresarios y millonarios dispuestos a narrar sus positivas experiencias invirtiendo y mudándose a la isla con sus familias.

Así el millonario estadounidense Nicholas Prouty, que tiene gran parte de su fortuna invertida en Puerto Rico, llegó incluso a comparar el céntrico barrio de Santurce (San Juan) con el neoyorquino Williamsburg, reconocido por su multiétnica comunidad hipster y su importante actividad artística y cultural.

Igualmente, Loren Ridinger, vicepresidenta ejecutiva de Market America Shop.com, hizo un repaso de las virtudes de la isla y de las ventajas de vivir en un clima tropical con un ambiente urbano, bilingüe y regido por las leyes federales de EE. UU.

“¡Esto es mejor que Miami!”, exclamó la ejecutiva, en línea con los argumentos de otros participantes que, sin embargo, quedaron en parte eclipsados por la decisión del Gobierno de Puerto Rico de empezar a incurrir en impagos de deuda y llamar a negociar a sus bonistas para tratar de evitar una “crisis humanitaria”.

“Me parece un poco surrealista estar hablando de impagos en una cumbre para atraer inversión”, dijo abiertamente en una mesa redonda Nadel Tavakoli, el principal ejecutivo de Ambac, una de las mayores aseguradoras de deuda de Puerto Rico y que ha demandado a varios altos cargos del Gobierno local por su ingeniería financiera para hacer frente a algunos pagos ante la acuciante falta de liquidez.

Tavakoli se ganó incluso en alguna ocasión el aplauso de un público formado por unos 200 inversores potenciales de distintos lugares del mundo, pero también de decenas de empresarios y directivos ya establecidos en la isla.

“El impago es una gigantesca excusa para no tomar decisiones”, dijo en crítica de la “terrible” estrategia escogida por el Gobierno, que incluye reclamar insistentemente que Washington le permita declararse en bancarrota bajo la protección de la Ley federal de Quiebras.

Esta crítica la hizo en San Juan tan solo minutos después de que el gobernador hubiera abandonado el estrado para inaugurar un foro al que acudió también el expresidente español José María Aznar.

En su alocución, García Padilla vendió a los inversionistas las bondades de hacer negocios en el Estado Libre Asociado de Puerto Rico, al tiempo que apeló a esa relación “única” e indicó que solo en el ELA se tienen exenciones contributivas municipales, estatales y federales que no están disponibles bajo ninguna otra jurisdicción, particularmente en los estados.

Por su parte, Aznar instó al Gobierno de la isla a que emprenda profundas reformas económicas y se centre en ganar la confianza de los acreedores, en lugar de estar reclamando la bancarrota o más ayudas de EE. UU.

“Un país serio no puede confiar exclusivamente en la ayuda exterior. Eso nunca funciona”, dijo, tras poner su gestión al frente del Gobierno español entre 1996 y 2004 como ejemplo y defender que se ha de guardar una estricta disciplina fiscal.

Para Tavakoli, “el acceso de Puerto Rico a la Ley de Quiebras federal no tiene ningún sentido” y es “un terrible error”.

En su opinión, lo que tendría que hacer Puerto Rico es aceptar ser controlado por una junta externa impuesta por Washington, algo en lo que coincidió con Jim Millstein, fundador y consejero delegado de la consultora financiera Millstein & Co.

Durante las exposiciones, miembros de la UTIER protestaban en las afueras de Centro de Convenciones.

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