A pesar del «impacto económico» que tendrá en su negocio, la aseguradora francesa Axa ha decidido dejar el tabaco. La empresa no volverá a invertir en este sector y, además, se desprenderá de los activos que tiene en esta industria (con un valor estimado de 1.800 millones de euros) y venderá todas las acciones en empresas tabaqueras. El motivo: «fumar representa la mayor amenaza para salud a nivel mundial», señala la empresa.
Esta decisión se anuncia pocos días después de que haya entrado en vigor la nueva directiva europea sobre el tabaco, que obliga a los países miembros a adaptar sus leyes a las nuevas reglas con el objetivo de reducir el consumo de cigarrillos.
Esta normativa obliga, por ejemplo, a cambiar los paquetes de tabaco, donde habrá una mayor presencia de las advertencias sanitarias y una mejor visibilidad de la marca. Las advertencias sanitarias deberán cubrir al menos el 65% de ambas caras de los paquetes y se situarán en la parte superior, la más visible. También habrá alertas en los laterales.
Francia da un paso más allá en esta regulación y desde el pasado día 20 ha empezado a comercializar el paquete neutro, como ya hace Australia. En España, el sector, representado por la Mesa del Tabaco, considera que esta medida (la de uniformizar las cajetillas) «es restrictiva», va contra la libre competencia porque «supone una expropiación de la marca» y, además, según señalan, tendrá un reducido impacto en el consumo.
«Tenemos la firme creencia de que las aseguradoras son parte de la solución cuando se trata de prevención de la salud para proteger a nuestros clientes (…) Por tanto, no tiene sentido para nosotros mantener nuestras inversiones en la industria del tabaco«, ha justificado así la decisión de Axa su viceconsejero delegado Thomas Buberl.
Desinversión
La firma francesa venderá todas las acciones que tiene en empresas tabaqueras, cuyo valor ronda los 200 millones de euros. Se desprenderá de los activos vinculados con la industria, cuya valoración alcanza los 1.800 millones de euros, y dejará de invertir en bonos corporativos relacionados con el sector.
Según la empresa, hay una razón de peso para justificar esta decisión que tendrá «un importante coste económico», y esta «es clara: el coste humano del tabaco es trágico; su coste económico es enorme».
La empresa gala se convierte en la primera aseguradora mundial en tomar esta decisión y abandonar el sector del tabaco, aunque espera, en palabras de su viceconsejero delegado, que esta decisión sirva de ejemplo y «sea secundada por otros».
Fuente: elmundo.es